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Mi experiencia utilizando un commonplace book: reflexiones y beneficios de un cuaderno para todo

Muy buenas, mis valientes guerreros. Hoy quería hacer un artículo algo más personal acerca del commonplace book, de cómo lo utilizo y que ventajas e inconvenientes le veo a utilizar un cuaderno para todo. ¡Vamos allá!

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La línea del tiempo que todo lo une

En mi búsqueda por conseguir encontrar el método que mejor se adapte a mí, hace unos meses me encontré con un vídeo de un YouTuber al que no conocía y al que sigo desde entonces: Atherion. Es un joven mexicano que creo que estudia cine y que hace vídeos de YouTube para desarrollarse como persona creativa que es. Creo que ha grabado algún corto también. Sus vídeos son muy cinematográficos, con una fotografía muy bonita y a mí me transmiten mucha paz, pero también inspiración e curiosidad. Siguiendo con el hilo que comentaba, el vídeo trataba sobre por qué él tenía un cuaderno para todo. Creo que tiene dos vídeos de la misma temática, uno en el que creo que empieza a hacer journaling y otro en el que explica el motivo por el que mantiene todo en un mismo cuaderno. Su segundo vídeo, el del cuaderno común, como él lo llama, me llevó hasta la idea del commonplace book y comencé a investigar sobre el tema. Me quedé un poco impresionada a ver que John Locke, un filósofo inglés al que admiraba en mis años de juventud (su idea de que el hombre es bueno por naturaleza, frente a la Hobbes, que opina lo contrario, me parecía interesante), tiene un tratado sobre los commonplace books. Después, como es lógico, recalé en los diarios de Leonardo da Vinci y ya ahí quedé prendada de la idea. ¿Un cuaderno para todo? ¿Un único lugar para contener absolutamente todo lo que necesito recordar o plasmas? ¿Dónde hay que firmar?

Como decía antes, en mi búsqueda por encontrar un método de organización que me fuera bien y que pudiera adaptar a mis necesidades, era evidente que el bullet journal tenía cabida, pero, llegado cierto punto, mi bullet journal estaba encorsetado y no era capaz de utilizarlo con el propósito que yo quería. Y voy a explicarme aquí, porque creo que puede haber gente que se identifique con mi situación. Si conoces el método del bullet journal, sabrás que tiene una serie de reglas, como son las colecciones, los tipos de registros y demás. Tenéis una serie sobre el tema que escribí hace unos años a la que podéis acceder desde aquí. Bien, cuando yo necesito escribir sobre un tema o una idea, voy a tiro hecho: cojo el cuaderno y suelto todo lo que tenga que soltar. Hay veces que se trata de journaling, de cómo me siento, de qué estoy pensando y cosas más personales. Eso no me costaba demasiado escribirlo en mi bujo, pero siempre con la cantidad de palabras que yo necesitara, sin restricciones. Sin embargo, el tema literario, de mi escritura, era algo que no lograba encajar en mi bullet journal, al igual que temas relacionados con los contenidos del blog e Instagram. Ese tipo de cosas no conseguía plasmarlas en el bujo, de modo que acudía a otros medios, físicos y digitales, para hacer esas anotaciones. Pero, claro, no siempre tienes a la mano todos los cuadernos que necesitas. Así que probé diferentes formatos, como el traveler’s notebook, con diferentes cuadernillos, o planners de anillas, pero en ninguno de los dos casos funcionó el sistema. Parte de mi tiempo en sequía de palabras se debe a esta circunstancia de no encontrar el medio por el que empezar a plasmar mi inquietudes literarias. ¿Os podéis imaginar lo complicado que es pensar que no puedes escribir en un cuaderno porque su cometido es X y no Y? Sé que parece absurdo, pero las cárceles mentales que cada uno nos imponemos son curiosas a la par que amargantes.

Desafiando un poco a mi propia cabeza y saliendo de esa zona de confort que me estaba reteniendo, decidí probar a tener separadas las dos áreas que conformaban mi organización: por una parte, tengo mi bullet journal con sus registros mensuales, su seguimiento de hábitos, su brain dumps, etc.; y, por otra, tengo un cuaderno para apuntar absolutamente todo lo que se me pase por la cabeza. Comencé a hacer eso, utilizar un cuaderno para todo, hace justo un año, el 1 de noviembre de 2023. No conocía el vídeo de Atherion por entonces ni el concepto de commonplace book. Simplemente, seguí dos de mis máximas: llevar un cuaderno siempre conmigo y escribir, escribir y escribir. El resultado fue que mi primer cuaderno común contiene el germen de la historia que estoy intentando escribir ahora. Es decir: la idea original que estoy desarrollando ahora mismo data de hace un año. Es impresionante cómo puede ir creciendo una idea si le dejas espacio para ello.

Después de ese primer cuaderno, vino un segundo cuaderno, pero que no terminé y creo que la respuesta la he obtenido después de aquel abandono. Aunque me funcionaba lo de escribir todo lo que se me pasara por la cabeza, el formato que elegí no fue el más adecuado para el momento. Ese segundo cuaderno, al igual que el primero, fue un A6, un cuaderno pequeño y de bolsillo que te cabe en cualquier bolso, que es muy manejable y que puedes llevar contigo porque tiene casi el mismo tamaño que un móvil. Dicho de otra manera: no tienes excusa para no llevar ese cuaderno siempre contigo cuando tu móvil es mas grande y estás el día pegado a él. Ese segundo cuaderno lo dejé a medias porque decidí pasarme a algo más portable: un planner de anillas en tamaño A7 que quería usar como monedero también. Tengo que admitir que soy una enamorada de los planners de anillas. No puedo evitarlo, me parecen preciosos, pero son incómodos en muchos aspectos: son muy voluminosos por pequeños que sean, las anillas no son lo más cómodo para escribir y el hecho de poder quitar hojas te hace necesitar un mayor control sobre ellas. Tengo, a ojo, unos nueve o diez planners de anillas, de diferentes tamaños, formas y colores. No os exagero. Cuando digo que me encantan es porque realmente me encantan. Me parecen elegantes y sofisticados, muy versátiles, permiten tener muchas cosas separadas dentro de ellos, pero no son para mí, aunque nunca descarto volver a uno. Volviendo al caso, intenté utilizar este pequeño planner como monedero y cuaderno de notas y fue un auténtico fracaso. Estuve saltando, después de un mes, de un cuaderno a otro, meses en los que no apuntaba nada hasta que en julio decidí que era el momento de volver con el tema del cuaderno y elegí el que ya habéis visto por aquí y por mi Instagram: un cuaderno B6 (creo que es B6) de color rosa clarito de Charuca (un charucabullet en tamaño M). Desde entonces, no he dejado de escribir y cada vez me encuentro con más ideas y creatividad.

Cómo utilizo mi cuaderno

Mi cuaderno es casi mi segundo cerebro. Ahí hay de todo, desde listas de tareas hasta partes de artículos para el blog, mi calendario de contenidos para el blog, ideas para otros proyectos, muchísimo journaling y un sinfín de cosas más. Lo único que hago con mi cuaderno, aparte de decorarlo con washi tapes y pegatinas, es ponerle la fecha con un sello y dejar que el día fluya.

Una cosa muy importante para mí son los post-its con los que marco las páginas donde se encuentran los temas. Tengo un sistema de colores para diferenciar los diferentes temas: el rosa clarito es para la escritura en general, el rosa más fuerte es para todo lo relacionado con Valkyria, el morado es para mi historia de vampiros, el azul claro es para mi nueva historia (el tema es un poco difuso, pero os diré que su nombre en clave es LEDA), el naranja es para tareas domésticas y cosas de la casa, el azul más fuerte es para el trabajo, el verde es para los estudios y el amarillo es para otras cosas. Es mi forma de mantener el orden dentro del cuaderno porque son incapaz de mantener un índice actualizado. Lo he intentado muchas veces, pero no es lo mío. Con los post-its, colocados en la página a la altura donde se encuentra la sección que me interesa, me manejo mucho mejor y lo tengo todo bastante bien localizado.

Por qué un único cuaderno

El motivo principal por el que utilizo un solo cuaderno, aunque ya te lo habrás imaginado por todo lo que te he contado, querido guerrero, es porque necesito tener todas mis ideas, proyectos y pensamientos en un único lugar que esté siempre accesible. Ahora mismo estoy intentando implementar una serie de plantillas y bases de datos en Notion para organizar mucho mejor todas mis ideas y proyectos, también por darle un poco más de orden a mi caos y por tener una copia de seguridad de aquello que es importante para mí. La entrada de esta semana iba a tratar de herramientas tecnológicas, pero necesito poner a prueba mi nuevo sistema antes de poder sacar unas conclusiones, por eso he decidido hablaros de mi cuaderno. Para mí, todo lo necesario está ahí, en mi cuaderno. Todo lo que tengo acerca de mis nuevos proyectos está contenido en ese cuaderno que no es muy grande, pero que es una ventana a mi propio conocimiento. Y aunque tengo un planner exclusivamente para las novelas, del que tengo pendiente también haceros una entrada, mi cuaderno es el lugar del que han salido, normalmente, las ideas principales de las historias que he escrito. Ese trabajo diario en el cuaderno es el que te hace desechar la paja del grano, pero tanto esa paja como ese grano deben estar contenidos en alguna parte, pues, sin esa contención, no tenemos nada. Por eso es tan importante para mí tener siempre cerca mi cuaderno y escribir, escribir todo aquello que se me pase por la cabeza, aunque en un principio sea una tontería. Nunca sabes cuándo aparecerá esa gran idea que cambiará tu vida.

Y vosotros, guerreros, ¿ya lleváis un commonplace book? ¿Tenéis siempre un cuaderno cerca? Dejádmelo en los comentarios, estaré encantada de leer vuestras experiencia. Nos leemos en la próxima semana.

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¡Bienvenido a mi pequeño rincón, guerrero! Yo soy Valkyria Kára, escritora, desarrolladora web y filóloga hispánica. Mi pasión es y siempre será la escritura, que combino con otros intereses como la programación web (de reciente adquisición), la lectura, la organización, la productividad y el bullet journal. Soy una amante de los animales, de la naturaleza, del té y del chocolate. Aquí dejo mi granito de arena para ayudarte a hacer tu vida un poco mejor.

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