Mi momento favorito del día: mi rutina nocturna

Muy buenas, mis valientes guerreros. Hoy vengo a hablaros de algo pequeño, pero muy grande. Algo que, en el fondo, es lo más necesario y que, aunque parece una tontería, es de vital importancia para poder seguir adelante cuando los días se ponen muy cuesta arriba. Hoy voy a hablaros de mi momento favorito del día y cómo hacer para tener el vuestro. ¿Os puede la intriga? ¡Pues seguid leyendo!

¿Qué es una rutina nocturna?

Creo que ya hablé hace unos meses sobre este tema, pero no me adentré en él en profundidad. Una rutina nocturna son una serie de pasos que seguimos antes de irnos a dormir. Ayuda a rebajar los niveles de estrés y prepara al cuerpo y a la mente para el sueño nocturno. Una buena higiene del sueño nos permitirá dormir mejor, conciliar el sueño antes y tener un descanso de calidad.

¿Qué incluir en una rutina nocturna?

La variedad de actividades que podemos incluir en nuestra rutina nocturna es muy amplia y dependerá de cada persona. Una de las actividades más recomendadas son la lectura, la meditación, la escritura de un diario, darse un baño. Cualquier cosa que te relaje es buena. La música y las velas también ayudan a preparar el ambiente para relajarnos. Adáptala a tus necesidades. Esto es, también, algo de ensayo-error, pero vale la pena hacer el esfuerzo.

Mi rutina nocturna

Con el agitado ritmo de vida que llevamos en esta sociedad en la que todo es fugaz, encontrar una manera de relajarnos es verdaderamente complicado, sobre todo si, además, te reprochas a ti mismo no estar haciendo algo productivo. El sueño puede verse afectado por este estrés, de modo que conviene tener una buena rutina nocturna que ayude a nuestro cerebro a bajar revoluciones y a prepararse para el sueño.

Para mí, esto es algo fundamental, pero que no había conseguido implementar a pesar de saber de su importancia. Sin embargo, llevo cerca de mes y medio con el mismo ritual, que me relaja y me deja en un estado idóneo para dormir. Mi rutina nocturna consiste en unos sencillos pasos, pero que, para mí, hacen la diferencia.

• Preparar el ambiente: No hay nada como los olores para que el cuerpo asocie que toca irse a dormir. Me gusta encender una vela y prepararme una infusión antes de comenzar mi rutina nocturna. De hecho, este es el primer paso, desencadenante de los demás. También pongo un poco de jazz instrumental, que me ayuda a relajarme y me inspira. 
• Hacer mi resumen del día: Llevo un tiempo en el que estoy controlando diferentes aspectos de mi vida, como las horas de sueño, la actividad diaria, los niveles de estrés y ansiedad y, además, hago un pequeño resumen de cómo ha sido mi día. Esto me hace tener una perspectiva amplia de mi estado general y, a la vez, ver pormenorizadamente si hay algo que no encaja. La mente analítica es así, le encantan los datos.
• Registro de hábitos y gratitud en mi bullet journal: Desde hace unos meses, mi bullet journal es mi mejor aliado en lo que a hábitos se refiere. Ya os haré una entrada específica con mi sistema de organización actual. Por supuesto, mi bullet journal sigue presente y lo utilizo cada día.
• Lectura e infusión (y de premio, un capricho, una galletita): no sé que haría sin mi ratito de lectura. Me ayuda mucho a relajarme y, acompañando la lectura con una infusión, consigo relajarme y prepararme para dormir. No hay nada como leer una buena novela para conciliar mejor el sueño.
• Lavarse los dientes y rutina de cuidado facial: Y si hay algo que ayuda a recargar las pilas es, sin duda alguna, el autocuidado. Mi rutina de cuidado facial es muy sencilla y, por eso mismo, me resulta tan buena para poder seguir rebajando los niveles de estrés. Cuando te cuidas, la mente lo nota.
• Diario de cinco años (journaling): Desde 2017, tengo un diario de cinco años que escribo cada noche. Hago un breve resumen del día (sí, hago dos resúmenes de mi día) y vuelvo a guardarlo en su sitio.
• Meditar: Cada noche, desde hace casi nueve meses, medito entre 5 y 20 minutos. Me ayuda a conciliar mejor el sueño, ya que mi mente se calma mucho con la meditación. Dentro de poco os prepararé un artículo sobre el tema, porque creo que es muy interesante poder contaros mi experiencia. Es el último paso de mi rutina antes de dormir.

¿Por qué es mi momento favorito del día?

Cuando tu día es un no parar de hacer cosas, de ir a sitios, de pensar en lo que tienes que hacer, en completar la lista de tareas, tener un remanso de paz en el que todo está pensado para desconectar el piloto automático y enchufarte de verdad a la vida, es, aunque no lo parezca, muy reconfortante. Poder tener un ratito para leer, con calma, sin que las palabras pesen, con una infusión para relajar aún más tu mente, no tiene precio. Esos pequeños momentos, de los que también os he hablado en otra entrada anteriormente, los daneses lo llaman hygge y, para mí, le dan sentido a la vida. Ese momento es único, mágico y especial, en el que solamente estoy yo con mi libro y mi infusión, con mi ambiente relajante, con la soledad de la noche. Es un momento para mí, para quererme y cuidarme. Es el momento que justifica todo lo demás. Porque son estos pequeños momentos de placer lo que dan sentido a todo lo demás. Por esto vivimos, por esto trabajamos, por esto merece la pena seguir adelante.

Espero que hayáis disfrutado del artículo tanto como yo disfruto de mi rutina nocturna. Y vosotros, guerreros, ¿tenéis vuestra propia rutina nocturna que os ayuda a relajaros? Dejádmelo en los comentarios. Nos leemos el próximo miércoles, no lo olvidéis.