Cómo enfrentarse a la página en blanco

Muy buenas, guerreros. Hoy tenía preparado otro tema, pero últimamente me encuentro con un pequeño bloqueo que no me está dejando expresarme como me gustaría. Por eso, hoy quiero hablaros de cómo enfrentarse a la página en blancocuando no las tenemos todas con nosotros. ¡Allá vamos!

Cuando las palabras no salen

Hay veces que, por muy diversos motivos, parece que las palabras no quieren salir. El estrés, la presión, el no tener las cosas claras o, simplemente, el bloqueo hacen que no fluyamos cuando escribimos, que nos encontremos con el dique seco. Nos pasamos horas delante de la página en blanco, sea física o digital, intentando escribir, pero no sale nada. Hacemos intentos que luego tachamos o borramos. No somos capaces de expresar lo que queremos y eso nos genera una mayor frustración. ¿Os ha pasado alguna vez?

Escribir como medio para superar el bloqueo

Cuando me encuentro ante un bloqueo, suelo hacer dos cosas: la primera es evitar la escritura y la segunda, insistir en ella. En más de una ocasión, sobre todo en algún que otro NaNoWriMo, me he visto bloqueada, sin saber cómo seguir mi historia. En esos momentos, solo había esas dos opciones: desistir o persistir. Las veces que he persistido, he ganado ese NaNoWriMo. Cuando he desistido, la historia ha quedado en el limbo.

Hace unos años que mantengo una especie de diario de escritura, pero que no hago de manera habitual, y una de las constantes es esa: escribir para salir del bloqueo. Cuanto más te cuesta algo, más tienes que insistir en ello para conseguirlo. Nadie nace enseñado y no es fácil superar algunos obstáculos, pero la única forma de superarlos es afrontándolos.

Cuanto más evitemos enfrentarnos a una cosa, más fácil nos será atascarnos en ella. ¿Se te cala el coche al pararte en una cuesta? A mí me suele pasar a veces, pero ya son las menos (y no os cuento las cuestas que tiene Vigo, con sus hermosos semáforos. Han sido un buen revulsivo). ¿No eres capaz de cocinar esa receta que tanto te gusta? Sigue intentándolo, al final lo conseguirás. ¿Te cuesta correr cinco kilómetros seguidos? Si sigues entrenando, podrás con ellos y con todos los que quieras. Persistir es la clave.

Disciplina, constancia, rutina

Quizás tengamos idealizados a los escritores y pensemos que la inspiración te puede saltar en cualquier momento. Nos imaginamos ese escribir frenético, fruto de un episodio casi místico que une al artista con su musa. Pero no es todo así. Los escritores (y cualquier artista) necesitan disciplina y constancia para crear. Necesitan una rutina que su cerebro asocie con el momento de escribir. Idealizar es muy bonito, pero no es útil. No hay que quitarle el mérito a todos esos escritores que cada día se sientan delante del ordenador y se enfrentan a la página en blanco aunque no salgan las palabras. Pero, cuando se tiene disciplina, constancia y una rutina, al final las palabras salen. Porque, como os decía antes, persistir es la clave.

Y vosotros, guerreros, ¿habéis tenido alguna vez un bloqueo así? Dejádmelo en los comentarios. Y si tenéis algún consejo, soy toda oídos.