NaNoWriMo 2021: un mes de novela
Muy buenas, mis valientes guerreros. Hoy, 1 de diciembre, no podía traeros otro artículo que no fuera el del resumen del NaNoWriMo y cómo lo he vivido este año. Como ya sabéis por la foto que publiqué en Instagram el día 23, soy una #NaNoWriMoWinner, pero vamos a entrar en profundidad en este mes de escritura.
Comienzos prometedores
La primera semana del NaNo fue absolutamente meteórica. El día siete de noviembre ya había alcanzado las diecisiete mil palabras y, al día siguiente, el día 8, ya tenía veinte mil en mi contador. La media de escritura de esos días estaba muy alta, con más de dos mil palabras por día. Esto, cuidado, teniendo en cuenta que el primer día no pude escribir porque tuve un problema que me dejó fuera de combate. Así que se podría decir que sí, escribí veinte mil palabras en una semana. ¡Todavía estoy que no me lo creo!
Medios intermedios
La semana siguiente no fue nada mal, aunque sí bajó mi rendimiento y, conforme a ello, el número de palabras escritas. Apenas logré escribir en torno a doce mil palabras esa semana. No es mala media, pero ahí fue cuando llegó un poco el estancamiento. Con todo, fue una buena semana y la historia siguió saliendo según lo previsto.
Estancada y perdida
En la siguiente semana es cuando empezaron a costar más las palabras y la estructura, que no estaba bien definida, tuvo problemas también. Fue una semana complicada, con algún día en blanco porque estuve enferma, pero que, al fin y al cabo, también supuso que me parara a pensar.
Después de varios capítulos en los que no tenía muy claro lo que estaba haciendo, decidí trazar un pequeño esquema y eso me ayudó muchísimo. Ese fin de semana y el lunes siguiente escribir más de cuatro mil palabras cada día. En total, fueron algo más de doce mil palabras. Me vine muy arriba y lo disfruté muchísimo. Pero, como siempre hay algún punto complicado cerca del final, vamos con él.
El final, siempre difícil
Cuando superas ciertas marcas del NaNo, te sientes imparable, pero, cuanto más te acercas al final, más difícil se pone la cosa. No sé si es que la mente no quiere terminar o tiene miedo de que no vuelvas a escribir, pero empieza a poner trabas para que no avances. Y eso es lo que me pasó el último día, a menos de dos mil palabras del final.
El martes, 23 de noviembre, tardé más de dos horas en escribir mis últimas dos mil palabras antes de llegar a las cincuenta mil del reto. El capítulo no quería salir. Escribía un poco y me atascaba, perdía la concentración, me distraía. Volvía otra vez a la página y no salían las palabras. Era una situación realmente frustrante porque sabía perfectamente cómo tenía que desarrollar el capítulo, pero mi cabeza prefería estar en cualquier otra cosa menos en eso. Finalmente, las palabras salieron y me sentí muy orgullosa del trabajo realizado.
Con todo, me he tirado casi una semana sin apenas escribir. Ayer alcancé algo más de cincuenta y dos mil palabras, terminando con el último capítulo de la segunda parte de mi novela. Pero eso no quiere decir que haya terminado. Hay una tercera parte en el tintero que todavía tiene que salir y que espero que lo haga en los próximos días. Este año, pues, he querido alargar un poco más mi propio reto personal. Mi intención es llegar en torno a las setenta y cinco mil y ochenta mil palabras. Por eso, como os digo, las dos primeras partes han correspondido al NaNoWriMo y, esta última, es un reto personal que quiero llevar a cabo los próximos días. Una vez concluida la novela, la dejaré reposar, que bien lo merece.
Impresiones finales
El año pasado me fue imposible acabar el NaNo. Estaba atravesando por un momento laboral muy complicado y dejé mi historia a medias. Este año, con más tiempo y mejor ánimo, he cogido esa historia y la he empezado desde cero, solo con las ideas someras que ya extraje el año pasado. Ha sido una experiencia muy interesante volver a centrarme en una historia que lleva mucho tiempo dando vueltas en mi cabeza y que, en ocasiones, la ha ocupado por entero. Eso ha hecho que mi ritmo de escritura fuera muy superior al habitual en mí y que hubiera días en los que he rozado cifras impresionantes para llevar tanto tiempo sin escribir diariamente. Estoy muy contenta con la experiencia y no descarto que pueda volver a ocurrir algo similar. La historia que empecé a escribir en 2018 todavía sigue en el tintero, así que puede ser la siguiente en ser revisada.
También me ha servido de mucho enfocarme en la trama de la historia, en los personajes y en la estructura un poco antes de comenzar a escribir. Aunque no seas de lo que planificáis todo al milímetro, tener un guión básico de lo que queréis hacer es muy, muy útil. Así ves mucho más fácilmente el rumbo que quieres que tome la historia y no te desvías en divagaciones que no vienen al caso.
Por otro lado, mi momento diario de escritura ha sido uno de los momentos más placenteros de estos días. Coger un té, sentarme en el sofá o en el escritorio, ponerme mi jazz y empezar a escribir era una experiencia de lo más relajante. Cada día ansiaba que llegara el momento de ponerme a escribir. Se ha convertido en una rutina que da gusto mantener, aunque haya días que flaquee.
Además, ha aumentado mi creatividad. Si vierais como bulle mi cerebro de ideas, os daría un pasmo. Me siento mucho más creativa y más confiada en lo que tengo por delante, que se ve bastante interesante. Todo ello ha hecho que me replantee ciertas ideas que ya tenía en mente y que me gustaría que vieran la luz en los próximos meses. Pero todo se andará. Un paso después del otro y solo un paso a la vez.
Creo que no hay mucho más que añadir por mi parte. Como resumen final, diré que ha sido un NaNoWriMo maravilloso, que me ha llevado a rincones de mi imaginación y mi creatividad que hacía mucho tiempo que estaban dormidos y que me ha permitido crear una pequeña rutina para sentarme a escribir con más regularidad.
Y vosotros, guerreros, ¿cómo habéis vivido este NaNoWriMo? Dejádmelo en los comentarios.
Valkyria Kára
¡Bienvenido a mi pequeño rincón, guerrero! Yo soy Valkyria Kára, escritora, desarrolladora web y filóloga hispánica. Mi pasión es y siempre será la escritura, que combino con otros intereses como la programación web (de reciente adquisición), la lectura, la organización, la productividad y el bullet journal. Soy una amante de los animales, de la naturaleza, del té y del chocolate. Aquí dejo mi granito de arena para ayudarte a hacer tu vida un poco mejor.